domingo, 11 de octubre de 2015




El infanticidio, práctica común en el Imperio Romano


En tiempos del Imperio Romano, en el que había cierta promiscuidad y permisividad sexual entre las diferentes capas de la sociedad, uno de los métodos anticonceptivos utilizados era la introducción en la vagina de un puñado de hierbas, creyendo que esto era un modo efectivo de controlar la natalidad.
Pero nada más lejos de la realidad. Estos experimentos caseros provocaban frecuentemente enfermedades e infecciones difíciles de curar y no prevenían embarazo alguno.
Por este motivo, durante el apogeo de bacanales y orgias romanas, se practicó como algo común: el infanticidio.
Numerosas son las fosas que se han encontrado en antiguas ruinas que se utilizaban como lugar masivo donde depositar los cuerpos de los bebés recién nacidos que no eran deseados.
La falta de un método anticonceptivo efectivo obligaba a tomar drásticas medidas para controlar la natalidad entre las romanas.
Uno de los grupos más proclive a realizarlo era el de las prostitutas, un  colectivo totalmente legalizado en aquella época y cuyas trabajadoras estaban catalogadas en diferentes clases y rangos, teniendo incluso que pagar impuestos. Hecho que las obligaba a no poder quedar embarazadas y tener que dejar de trabajar.
Aquellas que finalmente quedaban preñadas, y no encontraban forma de interrumpir el embarazo, optaban por matar al recién nacido con tal de no tener una nueva carga para mantener y cuidar. Debemos tener en cuenta que, aunque ya se practicaba por aquel entonces algunos abortos, estos causaban la muerte a las mujeres que se sometían a dicha interrupción, por otra parte perseguida por la justicia, por lo que choca ver la permisividad existente con la muerte de neonatos y el endurecimiento de penas por abortar.

Esqueleto de bebé encontrado en Hambleden (livescience)

En Roma era practicado de manera extensa, anque se concebia alguna para los derechos del nasciturus