¿A qué jugaban los niños?
Como los de todas
partes y sobretodo como los de los pueblos ricos. No olvidemos que estamos en
un pueblo labrador pastor; jugarían a guardar ovejas, que serían unos tiestos o
unas piedrecitas que se distinguen del polvo del suelo; a hacer sus campitos y
sus arados en las arenas o plazas de tierra movible, en las proximidades del
pueblo; a edificar casitas; a unir ratones a un carrito; 3 a pares o nones; a
montar a caballo sobre una caña larga; a plasmar sus caballitos en arcilla; a
recoger el flujo de agua caliente de sencillas balsas; formar sus carritos y
sus arados con las cosas más aparentes que se encuentran a mano. Exactamente
igual que juegan nuestros niños por las calles de los pueblos. Ellos solían
imitar al adulto. Las niñas se entretenían con sus muñecas, de las que se han
encontrado varios ejemplares, incluso de brazos, piernas y cabezas articuladas;
sus cocinitas de tiestos de bajillas, sus tiendas de ventas, sus hogares
minúsculos. Conocían también las marionetas que por medio de un hilo se ponían
en movimiento. Llamaban “delicium o delicias” a todo lo que entretenía a los
niños y jovencitas en casa, tal como los animalitos domésticos. Los niños que
formaban parte del entretenimiento en las grandes casas eran elegidos para ser
compañeros de juego o para la diversión de las personas mayores por su viveza o
agilidad. Nos referimos ahora a los entretenimientos de los niños, para lo que
les servían los perritos, los corderos, los cabritos, las liebres, los conejos,
etc., y todos los pájaros parlantes como el cuervo, la pica, el loro venid de
India, el estornino… Los niños jugaban también con las cigarras y los grillos
cantadores que guardaban en pequeñas jaulas preparadas e incluso con insectos
voladores como “scarabaens”. Creciendo los niños, los carritos se hacían
mayores y se enganchaban a ellos perritos y corderos, e incluso a falta de
ellos los arrastraban otros niños mientras el organizador del juego, se montaba
en el carro y hacía de auriga.
Realizaban
diferentes juegos:
• El escondite: uno de ellos se sitúa en
un rincón o se tapa los ojos, mientras sus compañeros buscan un refugio donde
ocultarse. El que es sorprendido y cogido en su escondite pasa a ser el
investigador del juego siguiente.
• Pares o nones: uno encierra en su puño
piedrecitas o pajas e invita a su compañero a que adivine: ¿pares o nones?, el
interpelado dice lo que le parece y si acierta a ganado.
• La mosca de bronce: se le vendan los
ojos a un niño y grita: “yo cazaré a la mosca de bronce”. Los otros responden:
“Tú la cazarás pero no la atraparás”. Y corren zumbando hasta que es atrapado
uno de ellos.
• La gallinita ciega:
podían taparse los ojos de dos o más niños y tenían que cogerse y reconocerse
sin hablar.
• Caput aut navis: (cara o cruz). En
ciertas monedas aparecía gravada en una parte la cabeza de “Jano” y en la otra
el espolón de una nave. Su forma de jugar es idéntica a la nuestra.
• Dar sustos: este juego se llamaba
“Mormolycion” uno se escondía detrás de la puerta y cuando sus compañeros
estaban más entretenidos, salía de repente con una máscara puesta. Algunos
caían horrorizados por el suelo.
• Micare:
significa moverse rápidamente algo. Dos jugadores puestos de frente a una
distancia oportuna levantan la mano derecha con algunos dedos tendidos y otros
replegados, y al mismo 4 tiempo dicen un número; el que acierta la cantidad de
dedos desplegados entre las derechas de los contendientes es el que gana. El
número no puede ser superior a diez. Y como éstos había muchos más juegos.
• La gimnasia: era parte de la educación
de los jóvenes y buscaba el desarrollo equilibrado del cuerpo y del espíritu o
empezaba a practicarse en la “palestra” y luego se continuaba en el “campus”
bajo la dirección de un maestro.
• La lucha: se trataban los combatientes
cuerpo a cuerpo en duro forcejeo cayendo frecuentemente los dos en la tierra.
Quedaba vencido aquel cuyas dos espaldas tocaran al mismo tiempo la tierra.
• El disco: círculo macizo de bronce o de
piedra de peso y de diámetro variable. Se pretendía lanzarlos lo más lejos
posible.
• Lanzamiento de jabalina: la jabalina
solía estar provista de una correa corta cuyas dos puntas estaban fijas en el
centro de la vara; en ellas se metía el dedo índice o el mayor con lo que se le
imprimía un movimiento rotatorio para darle la estabilidad en la trayectoria.
• Los columpios: los romanos se divertían
con diversas clases de columpios o balanzas.
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